Las emociones y el control de peso
¿Puede lo que sientes dominar tu apetito?
EUROPYMES SERVICIOS INTEGRALES S.L.
Publicado el martes, 04 de junio de 2019 a las 16:44
No es casualidad que la tristeza, el coraje o el estrés generen en las personas deseos de alimentarse. Estudios han revelado cómo las emociones y el control de peso están vinculados, los impulsos nerviosos generan una motivación para consumir alimentos y de no tomar el mando de estos estímulos se enfrentan desórdenes alimenticios con consecuencias graves para la salud.
Hay una explicación científica, cuando saboreamos alimentos el cerebro desprende dopamina que produce placer y ante tal agrado tu subconsciente buscará motivos para comer. De esta forma se asocia estar triste con comer chocolates, sentir ansiedad con ingerir mucha comida, es como una forma de tener una recompensa.
Visto de esta manera cabe la pregunta ¿Pueden las emociones controlar tu apetito? La respuesta es sí. Y no solo eso, sino que además pueden ser las causantes directas del sobrepeso, de allí la importancia de saber diferenciar cuando se come porque de verdad el cuerpo tiene la necesidad de alimentarse y de cuándo se hace por factores emocionales.
¿Cómo lograr el manejo de emociones y control de peso?
Especialistas en el tema coinciden en que el primer paso para el manejo de emociones y control de peso es reforzar los hábitos saludables, para lograrlo es necesario aprender a identificar los factores emocionales que nos afectan.
La ansiedad por problemas, estrés en el trabajo, los sentimientos de culpa, muchas veces se calman con el gozo y la satisfacción de comer, es como callar un sentimiento llenando el cuerpo de alimentos ¡Esto no está bien! Detallamos algunas de las emociones que pueden dominar el apetito y las formas de enfrentarlas:
Ansiedad: Se trata de un desbordamiento de emociones, es normal tener cierto grado de ansiedad pero si solo se apacigua con comida ya estamos ante un desorden alimenticio. La forma de controlarla es con ejercicios de respiración y relajación.
Baja autoestima: Quienes no se sienten bien consigo mismos pueden llegar a encontrar en la comida un calmante a sus emociones y fácilmente ser víctimas del sobrepeso. Las personas que no se sienten bien con su propia imagen pueden empezar con una rutina de ejercicios diaria y practicar alguna actividad de ocio.
Culpa: Es muy frecuente sentir vergüenza por algo, llenarnos de culpabilidad aún no siendo responsables de alguna circunstancia y terminar relacionando estos sentimientos con los alimentos. Quienes han pasado por un momento muy difícil deben solicitar apoyo en familiares o médicos especialistas para evitar buscar respuestas en la comida.
Comer emocionalmente no está bien ¡Hay que cambiar los hábitos!
Lo ideal es que el acto de comer se vincule a emociones positivas porque es una necesidad natural del organismo y cambiar los hábitos por unos más saludables es la solución, pero ¿Cómo hacerlo? Estos son algunos tips sencillos de poner en práctica:
Aprender a identificar hambre emocional y hambre fisiológica
Son sencillas de diferenciar. El hambre emocional es repentina, urgente, llega a generar culpa y vergüenza, puede ser insaciable, y genera un deseo de alguna comida específica. Mientras que el hambre fisiológica se siente en el cuerpo de manera gradual, puede esperar, cuando se está satisfecho desaparece y no genera ningún sentimiento negativo.
Buscar otra rutina
Si el cuerpo pide una satisfacción con alimentos hay que buscar otra rutina que le llene de gozo. Identificar cosas que nos gustan y nos hacen pensar en positivo es una opción. Si por ejemplo te agrada bailar, al momento de sentir hambre emocional puedes llenar esa vacio bailando, también puedes salir en bicicleta, leer, cualquier actividad que cree una distracción.
Escribe lo que sientes
Cuando nada funcione respira profundo, cuenta hasta diez, recuerda que las emociones y el control de peso están vinculados. Toma lápiz y papel, escribe lo que sientes y respóndete a ti mismo por qué debes evitar comer cuando las ansias provienen de emociones negativas.
Ten a la mano tapas sanas
Puede que tu cuerpo esté esperando un chocolate, helado o muchísima comida. Puedes empezar a eliminar esos hábitos poco a poco y una buena manera es darle solo alimentos sanos. Cambia los dulces por aceitunas, champiñones, avena o cualquier otro alimento que le haga bien a tu salud.
Ponle un freno a las emociones y el control de peso
La influencia de las emociones en la ingesta y control de peso es innegable, es normal que en alguna oportunidad se busque refugio en la comida pero cuando se convierte en un hábito ya se ha escapado de las manos y es preciso tomar correctivos inmediatos.
Ponerle un freno a las emociones para controlar el peso es indispensable para gozar de buena salud y aunque puede sonar difícil de lograr, con solo cambiar unos pequeños detalles en los hábitos diarios es posible.
04/06/2019 16:44 | zafiro4