Riesgos para la salud del exceso de ejercicio

Todo el mundo conoce los beneficios que tiene la actividad física para nuestra salud, pero otros creen erróneamente que si un poco de ejercicio es bueno, cuanto más se realice será mejor. El ejercicio, al igual que los medicamentos, debe realizarse con una dosificación adecuada y más cantidad puede llegar a ser perjudicial para la salud. En el mejor de los casos, se ha demostrado estadísticamente que un exceso de ejercicio reduce la esperanza de vida y aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, llegando en el peor de los casos a la muerte súbita.

Todo profesional debería buscar sistemas de entrenamiento eficientes, no únicamente efectivos, ya que lo primero siempre lleva a lo segundo. Un entrenamiento eficiente es aquel que nos aporta el mayor resultado por unidad de tiempo y esfuerzo invertido y determina, en gran medida, la sostenibilidad del sistema. Plantear un entrenamiento inteligente, bien programado y eficiente, puede conseguir los mismos resultados en la mitad de tiempo que otro menos eficiente. Además, supone la mitad de estrés para el organismo. El primero requeriría 3 horas semanales para mantener los resultados, el segundo posiblemente requiera entre 6 y 10 horas semanales. 

El maratón es la prueba que probablemente los investigadores más se examinan cuando se trata de establecer hasta qué punto el exceso de actividad física resulta perjudicial a largo plazo. Muchos se sienten orgullos de terminar un maratón, pero pocos recuerdan que el origen de esta prueba se remonta a más de 2500 años cuando el corredor griego Feidípides corrió 42Km desde Maratón a Atenas para decir que habían ganado y acto seguido murió. Hemos llegado a un punto actualmente en el que las pruebas son cada vez más duras y la gente se siente orgullosa de ello sin pensar en las consecuencias que puede tener en un futuro. Se ha visto demostrado que a partir de una cantidad de estrés por ejercicio aumenta el riesgo de sufrir fibrilación auricular, enfermedades coronarias, arritmias ventriculares malignas, arterioesclerosis, disfunción cardíaca especialmente en el ventrículo derecho, lo que provoca la liberación de marcadores cardíacos como la troponina y BNP, aumentando el riesgo de sufrir muerte súbita. 

En cuanto al riesgo de muerte súbita en el deporte, es cierto que, aún cuando es algo muy poco habitual, cada vez que ha ocurrido en un evento deportivo ha tenido una gran repercusión entre los medios de comunicación.  Un estudio siguió a los participantes en maratones y medios maratones realizados en EEUU durante 10 años, teniendo una muestra de 10,9 millones de participantes, donde se documentaron 59 paros cardíacos, es decir, uno de cada 200.000. Aún así, estudios realizados posteriormente de este primero sugieren que los resultados no serían válidos, ya que únicamente se tuvieron en cuenta los casos de muerte súbita durante la carrera y no nada más terminarla o durante los días siguientes, puesto que de lo contrario la probabilidad de sufrir un paro cardíaco sería entre 2 y 4 veces la comentada anteriormente. En lo que a muerte súbita se refiere, parece ser que el riesgo en triatlón puede ser hasta el doble que en aquellos eventos donde sólo se corre, debido al alto número de casos ocurridos en el agua donde el auxilio resulta más complicado y tardío.

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